Entre la suerte y la verdad estás tú
- Yizeth Arellano
- 22 sept 2019
- 2 Min. de lectura
El mundo debería ser un equilibrio entre las acciones y las palabras. Pero, hoy me pregunto si ambas pueden tener el mismo peso.

¿De cuando acá las palabras dejaron de ser importantes? Y ¿Quién dice que las acciones se mantienen en el tiempo cuando las conversaciones están extintas?
Hay gente que aún se debate entre recibir los buenos días por texto, mientras espera un abrazo para el almuerzo. Quién dijo que, para querer, alguno de los dos podría ser sustituible.
Las palabras y las acciones son nuestra vida. Es tan importante el abrazo como el suspiro, es tan mágico el mensaje al medio día como las risas juntos. Todo es necesario, porque para querer todo suma y para alejar es suficiente todo lo que resta.
Nos debatimos entre nuestras verdades y la suerte de saber que nuestro presente cambia constantemente. Y ante este panorama, es una suerte del cielo coincidir con personas mágicas. Esas que saben quedarse de noche: en pensamiento, acciones o palabras; esas que aparecen entre sueños y están por todas partes porque saben aparecer, crear momentos y escribir su historia con tinta indeleble en nuestras vidas.
El reto está en saber si nos hablan desde su verdad o desde lo que idealizamos. Recuerda que hay personas cuyo arte es leer en nuestros ojos lo que no decimos ni hacemos y tienen la suerte de convertirnos en vulnerables.
Al fin de todo, somos creadores de momentos, generadores de líneas de amor. Somos la verdad del arte que tengamos de combinar las palabras y las acciones, somos el producto de nuestras ganas de ganarnos ese mundo que queremos conquistar, somos el producto de lo que hacemos y nos hicieron ser y sentir.
Seremos la buena suerte de quien sienta que al encontrarnos tiene todo lo que estaba buscando y la verdad más grande de quien sin nosotros no se sienta completo en el mundo.
Siempre puedes elegir a qué le das más peso, si quieres convertirte en malabarista o decides quedarte a medias con las palabras que te faltan y las acciones que sobran.
Somos suerte y verdad.
Verdad es haberte conocido, suerte es que quiera quedarme a tu lado.
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